martes, 22 de octubre de 2013

El frío modifica la trayectoria de los peces

En Montreal, en ningún sitio y en todas partes 
 
Jueves, 25 de diciembre de 1997 
 
 
Qué deprisa pasa la Navidad 
—¡Espera un poco más! Tu padre aún está durmiendo. 
El reloj marcaba las nueve y diecinueve. Fui a sentarme otra vez en la cama. Llevaba ya 
dos horas despierto, esperando en mi habitación. Es una tradición familiar.Todos los 
años papá ordena que yo no aparezca hasta que Papá Noel haya pasado. ¡Y eso que 
tengo once años y que hace ya cinco que no creo en esas historias! 
Lo de los cinco años es un secreto; para mis padres hace solo cuatro. 




Es una historia muy corta y demasiado fácil de leer, hasta me atrevería a decir que es un libro para infantiles. Este libro llego a mi un día rondando por Sam's lo vi con descuento, me llamo la atención el titulo y decidí comprarlo.

Es de aquellos libros que los terminas en una sentada un sábado/domingo por la mañana. Muy ligero pero el final te deja con un buen sabor de boca, un libro inocente.

La historia empieza cuando nuestro narrador -el cual nunca sabemos su nombre- nos empieza a relatar como comienza sus días de invierno, empezando con la desgarradora noticias que sus padres se iban a separar nuestro pequeño narrador desea con todas sus fuerzas que venga la helada mas fría que jamás haya sucedido. Y eso es lo sucede, y con este pequeño e inocente deseo, nuestra  historia comienza. Entrelazando otros relatos de algunos personajes secundarios que en verdad vale la penan leerlos.

Un libro infantil, con un buen muy buen sabor de boca.

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